Mastica bien un puñado de avellanas crudas hasta que se haya convertido en una papilla y entonces trágala. Las avellanas tienen un alto contenido en fibras que ayudan al tránsito intestinal y asientan el estómago. También puedes mascar un chicle durante 30 minutos. De esta forma, se estimula la producción de saliva, rica en enzimas digestivas, lo que hace que disminuya e incluso desaparezca el reflujo.
Por Óscar Calero, Actualizado: 17/03/2011