Sección realizada por: Esmeralda Colino | Endocrinólogo pediatra. Madrid
Ilustraciones: Lucrecia Herranz
Ilustraciones: Lucrecia Herranz
Efectos del ejercicio sobre el cuerpo en general
Muchas de las personas que tienen un mejor control de su diabetes son aquellas que realizan ejercicio físico de forma regular. Todo el mundo debería realizar algún tipo de actividad física, ya que los efectos no sólo mejoran el control glucémico sino que tienen efecto sobre otras funciones de nuestro cuerpo:
- El ejercicio aumenta el gasto calórico y ayuda a mantener el peso adecuado.
- Ayuda a mantener los niveles de colesterol y triglicéridos en rango normal.
- Ayuda a mantener la tensión arterial dentro de límites normales.
- Mejora la vascularización del corazón.
- Mejora la sensación de bienestar.
- Ayuda a mantener una buena vascularización de los pies.
- Puede favorecer la integración social.
Efectos del ejercicio sobre el nivel de glucosa en sangre
- Aumenta la absorción de la insulina desde el lugar de inyección hacia la sangre.
- Disminuye los requerimientos de insulina ya que mejora la sensibilidad a la misma.
- El efecto que se produce durante el ejercicio es que el cuerpo tiende a utilizar más glucosa, siendo el resultado una disminución de los niveles de azúcar durante la actividad física.
- Existe también un periodo prolongado que puede durar hasta 24 horas postejercicio de aumento de la sensibilidad a la insulina en el que la glucemia tenderá a estar más baja. Esto se debe a que durante el ejercicio se ha utilizado la reserva de glucógeno del hígado. Esta reserva tiende a “rellenarse” después del ejercicio, de ahí que la glucemia disminuya.
Consejos a la hora de hacer ejercicio físico
Los más aconsejables son los ejercicios aeróbicos (ciclismo, footing, fútbol...) porque favorecen la circulación sanguínea y nutrición de todas las células. Para que el ejercicio sea más eficaz es importante que sea diario, de intensidad y duración parecida, y divertido.
¿Cuándo NO hacer ejercicio físico?
Si existe acetona en sangre o en orina no se puede hacer ejercicio ya que los cuerpos cetónicos aumentarían más.
Al menos 30 minutos cada día.
Es muy importante valorar la glucemia antes de hacer ejercicio y plantearse el tipo de ejercicio que se va a realizar, la cantidad de insulina que se ha administrado y la alimentación previa.
La insulina previa al ejercicio no se debe administrar en un área del cuerpo que vaya a ser muy activa durante el ejercicio (por ejemplo, no pinchar en las piernas si se va a montar en bicicleta).
Prevención de la hipoglucemia asociada al ejercicio físico
Existen dos posibilidades de tener hipoglucemia asociada al ejercicio físico. La primera de ellas es tener una “bajada” durante la realización del ejercicio físico. La segunda posibilidad es tener una “hipoglucemia retrasada”. La hipoglucemia retrasada puede ocurrir desde 4 hasta 24 horas después de haber acabado la actividad física.
Las recomendaciones para evitar la hipoglucemia asociada al ejercicio son los siguientes:
- Planificar con antelación de forma que se pueda comer y administrar la insulina de acción rápida de 1 a 2 horas antes de hacer ejercicio. De esta manera, se podrá disminuir la dosis de insulina previa e inyectarla en un lugar que no vaya a ser muy activo durante el ejercicio.
- Hacerse controles de glucemia antes, durante y después del ejercicio. Los valores adecuados para comenzar a realizar ejercicio físico son entre 130 y 250 mg/dl. Si la glucemia está por debajo de 130 mg/dl se debe comer algo antes de comenzar. Si la glucemia es mayor de 250 mg/dl se debe hacer una determinación de cuerpos cetónicos ya que si estos son positivos no se debe realizar ejercicio.
- Si el ejercicio es prolongado (> 30 o 45 minutos) se debe comer algo durante la realización de éste. Por cada 30 minutos de ejercicio intenso se necesitarán de 10 a 15 gramos extra de hidratos de carbono.
- Disminuir la dosis de insulina a continuación del ejercicio (tanto la dosis de insulina de acción rápida como de acción lenta). En algunos casos la disminución puede ser de hasta un 50% del total de la dosis.
- Si la actividad física aumentada se combina con el consumo de alcohol, los problemas serán mayores ya que el alcohol bloquea la capacidad del organismo para responder ante una hipoglucemia con lo que se puede producir una hipoglucemia grave y llegar a presentar convulsiones o inconsciencia si no se disminuye la dosis de insulina.
Hiperglucemia asociada al ejercicio
El ejercicio es probablemente uno de los parámetros de la diabetes más difíciles de controlar. A pesar de que su efecto, en general, es una disminución de la glucemia, existen momentos en los que el efecto puede ser el contrario y producirse una hiperglucemia. La hiperglucemia asociada al ejercicio físico se debe a la liberación de catecolaminas (las hormonas del estrés) que aumentan la glucemia. El efecto de estas hormonas es corto ya que suelen durar de 1 hora a 1 hora y media. Por ello no se debe corregir la hiperglucemia inmediata postejercicio.
Otra situación diferente es que aumente la glucemia durante el ejercicio por falta de insulina. El nivel de glucosa aumentará si se realiza ejercicio y los niveles de insulina en el cuerpo son bajos. Las células musculares necesitan más energía, que consiguen “quemando” glucosa, pero al no haber suficiente insulina, la glucosa no puede entrar en las células, y por lo tanto el cuerpo actúa como si no hubiera suficiente azúcar en la sangre y estimula al hígado para que saque más azúcar de su reserva. Esto hace que los niveles de glucosa en sangre aumenten más. La forma de corregir este problema sería inyectándose insulina.
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