26.8.11

Orientaciones para la elaboración del plan de lectura en los centros educativos


La lectura constituye un factor clave, dado su carácter instrumental, para hacer posible el aprendizaje a lo largo de toda la vida, en el marco de una sociedad de la información y del conocimiento. Y ello es así en la medida en que contribuye a la integración y adaptación de las personas a la sociedad, potencia el desarrollo de las competencias básicas y la construcción de los conocimientos de las distintas áreas, que, como es sabido, se articulan fundamentalmente de forma lingüística y simbólica.

Es preciso, pues, que desde los centros se establezcan unas líneas básicas de actuación, consensuadas y asumidas por el profesorado de los diferentes niveles y áreas, con el fin de promover una didáctica global, coherente e integradora de la competencia lectora. Pero más allá de una innovación didáctica de la lectura, en sí misma necesaria, consideramos que la planificación compartida de los procesos didácticos debe extenderse también a otras habilidades y competencias estrechamente ligadas a ella; especialmente, al trabajo didáctico de la escritura y demás habilidades lingüísticas, al tratamiento de la información y competencia digital y a la competencia para aprender a aprender.

Un medio idóneo para abordar esta planificación de forma organizada, adaptada al contexto y a las necesidades de cada centro escolar, es el diseño y aplicación de un Plan de lectura de centro (PL), que sea fruto de la cooperación y corresponsabilidad del profesorado y que potencie la integración curricular de la biblioteca escolar y su función como centro de recursos multimedia. Más aún, consideramos que el PLC puede ser un instrumento muy útil en el desarrollo de todas las competencias básicas y en la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje en general, si impulsa un cambio en las concepciones y prácticas relacionadas con la lectura, escritura y las habilidades para buscar, manejar y comunicar información y transformarla en conocimiento.