- Observa a los pájaros. Después de una noche de lluvia y fuerte viento, por las mañanas están sus nidos destruidos lejos de los árboles… Cuando hay que podar lo árboles, ¿quién se acuerda de los pájaros? Se quedan sin nido…
- Pero, seguramente, les oyes cantar. Aún con el nido destruido, animosos, acarrean material para construir otro. Tal vez mejor, tal vez más fuerte…
- Por su nido caído y destruido, quizás los pájaros habrán callado un momento. ¡Solo un momento! De qué sirve llorar frente a las ruinas. Hay que empezar de nuevo…
- Pronto, el nuevo nido estará armado y, si otra tormenta llegara a derribarlo, una y mil veces volverán a construirlo…
- Piensa que con tu manera de actuar puedes vivir un bonito presente y construir las bases para un futuro prometedor.
- Admira a los pájaros por su afán esperanzado. ¿Qué otra cosa es la esperanza sino el negarnos a los golpes de la adversidad? ¿Qué otra cosa es la esperanza sino el modo interior de creer en un mañana mejor?
- Cuando una ilusión muere, sigue abrigando nuevas ilusiones y, por más que te golpee la vida, no claudiques. Fortalece tu esperanza, ármala de nuevo y vuelve a empezar…
- Si tus anhelos son justos, si no dañan a nadie los sueños que te impulsan, insiste una y otra vez, algún día alcanzarás el triunfo.
El Equipo de PsicoAyuda http://www.articulo.org/44